Cuidar nuestra piel en verano

En estos meses de calor hay que preparar nuestra piel para que no se deshidrate ni sufra las consecuencias de un exceso de exposición al sol. Si en invierno era prácticamente una necesidad darle un extra de hidratación a nuestra piel seca y agrietada por el frío, tampoco debemos descuidar este hábito en verano.

El calor, la humedad y el sudor son los “culpables” de que nos dé más de pereza hidratar nuestra piel en verano. Sin embargo, nuestra piel pasa más tiempo expuesta al sol, así que no solamente corremos el riesgo de que los rayos solares la perjudiquen, sino de que también pierda su hidratación natural.

Aunque hoy en día la piel bronceada suele ser considerada sinónimo de belleza, perseguir este ideal estético puede pasar factura a nuestra piel si tomamos el sol en exceso. Por un lado, nuestra piel tenderá a envejecerse más rápido, debido a la acumulación de lesiones que alteran el funcionamiento normal de las células cutáneas. 

Por otro lado, existe un mayor riesgo de padecer cáncer de piel: aunque no lo percibamos, nuestra piel tiene "memoria" y cuantas más quemaduras o exposiciones prolongadas haya sufrido, mayor riesgo de padecer un melanoma. Por ello, es muy importante una buena protección solar antes de tomar el sol, especialmente en pieles claras, siendo recomendable un factor de protección alto (15 ó 20 como mínimo).

A pesar de ello, tomar el sol es bueno, siempre y cuando se haga con moderación, ya que tiene efectos beneficiosos para la salud: ayuda a producir vitamina D, importante para la absorción de calcio de los huesos, mejora el aspecto de la piel afectada por problemas como la psoriasis o el acné, refuerza el sistema inmune del cuerpo y favorece "el buen humor". Es recomendable evitar tomarlo en las horas de mayor radiación solar (entre las 12:00h y las 16:00h) y protegernos siempre con una crema solar de acuerdo a nuestro tipo de piel.

Consejos para cuidar nuestra piel en verano

Para mantener una piel bonita, cuidada y protegida y evitar las consecuencias del sol y el calor deberemos seguir unos cuantos de consejos:

• Hidratación: ¡imprescindible! El uso de aceites vegetales, cremas y leches corporales también son una buena opción en verano. Recomendamos el uso de cosméticos naturales y ecológicos, ya que aportan sustancias orgánicas afines a la piel, como ácidos grasos, vitaminas y minerales. Al no contener sustancias sintéticas como los derivados petroquímicos (parafinas, petrolatum), siliconas o polietilenglicoles (PEG's) nuestra piel se beneficiará plenamente de los nutrientes orgánicos, sin resecarse, manteniendo una buena hidratación y un aspecto saludable. Aunque la untuosidad de los cosméticos es cuestión de gustos, el aceite de argán tiene una textura ligera de rápida absorción que lo hace ideal para todo tipo de pieles. Gracias a sus propiedades altamente nutritivas y reparadoras es muy recomendable usarlo como 'aftersun'. 

• Exfoliar: eliminamos toxinas y piel muerta. Este gesto de belleza no debería faltar en nuestros cuidados de verano, ya que ayuda a preparar la piel para tomar el sol, además de eliminar toxinas y pieles muertas. Y de paso, aprovecharemos mejor el efecto de nuestras cremas o aceites corporales, ya que la piel exfoliada es mucho más receptiva a los tratamientos que le apliquemos. ¡Verás qué suave y lisa estará tu piel! 

• Utiliza una buena crema solar. Es importante hacerlo antes y después de tomar el sol, y no esperar a que nuestra piel nos "avise" para que empecemos a hacerlo. La mayoría de las cremas solares que existen en el mercado contienen filtros químicos que bloquean los rayos solares, pero también existen alternativas naturales: cremas solares que utilizan filtros naturales, como el óxido de titanio, y libres de sustancias sintéticas como las parafinas y los parabenes. Estas cremas contienen aceites vegetales naturales, por lo que además de proteger tu piel, la dejan bien nutrida e hidratada. Sea cual sea tu elección, recomendamos utilizar una crema solar no comedogénica, que proteja de los rayos UVA y UVB y a ser posible sin parabenes, ftlatlatos, perfumes artificiales ni derivados petroquímicos.

• ¡Cuidado con el aire acondicionado! El aire acondicionado también favorece la pérdida de humedad de nuestra piel. Si tienes un aparato de aire acondicionado en casa procura utilizarlo únicamente cuando sea muy necesario: así no sólo evitarás resecar tu piel, sino que además ahorrarás energía y contribuirás a contaminar menos el ambiente. 

• Mantén hábitos saludables. Una buena alimentación tan importante como cuidar nuestra piel con cosméticos. Tomar abundantes frutas y verduras, algunos cereales y alimentos ricos en omega 3, como el pescado azul o las nueces, que darán a nuestra piel los nutrientes que necesita para estar sana y radiante. Evitar el estrés es igualmente importante para mantener una piel saludable. ¡Aprovecha el buen tiempo y las vacaciones para desconectar, hacer ejercicio, dar paseos y buscar momentos de relax!