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10 mar 2011

Aromaterapia: los aceites esenciales y sus propiedades (II)


Los aceites esenciales son sustancias aromáticas muy volátiles que están presentes en las plantas y poseen propiedades muy beneficiosas que actúan tanto a nivel físico como emocional. Éstos se encuentran en el interior de sacos microscópicos en diferentes partes de la planta, como el tallo, las hojas, los pétalos o la corteza del fruto, como en el caso de los cítricos. Por ejemplo, cuando presionamos la corteza de una naranja observamos cómo unas minúsculas bolitas liberan un líquido muy aromático: ese líquido es el aceite esencial. En aromaterapia, la aplicación de los aceites esenciales se realiza a través de la piel o por inhalación.

Aplicación a través de la piel


La naturaleza de los aceites esenciales hace que sean fácilmente absorbidos por la piel, llegando al torrente sanguíneo y ejerciendo un efecto inmediato en el sistema nervioso. Generalmente, nunca deben usarse directamente sobre la piel, ya que al ser altamente concentrados pueden provocar irritación. Para ello, es necesario diluirlos en un aceite vegetal o portador, como el de almendras dulces, sésamo o argán. Sin embargo, existen algunas excepciones, como el aceite esencial de lavanda, el de manzanilla y el de árbol del té, que sí pueden aplicarse directamente sobre la piel sin riesgo de irritarla.

Son muchos los beneficios que aportan los aceites esenciales a través de la piel, y dependerán de las propiedades específicas de cada uno. Por ejemplo, hay aceites esenciales que alivian molestias musculares (lavanda), que mejoran el drenaje y la circulación de la piel (geranio), otros que favorecen la regeneración de nuevas células de la epidermis (neroli) e incluso que ayudan al sistema inmunológico a hacer frente a infecciones (eucaliptus). Aplicados mediante masaje, conseguiremos que el proceso de absorción aún más agradable y estaremos ayudando a eliminar el estrés y las tensiones de nuestro cuerpo. También podemos aplicarlos en el agua de la bañera al tomar un baño, conviertiendo este acto cotidiano en una experiencia muy relajante.

Inhalación de los aceites esenciales


Se ha demostrado científicamente que la difusión de aceites esenciales en el ambiente ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad. De hecho, en la parte posterior de la cavidad nasal se encuentran "receptores olfativos", unas células ligadas al sistema nervioso que atrapan las moléculas aromáticas y envían pequeños impulsos a las fibras nerviosas, que llegan finalmente al centro del cerebro, la zona que interpreta los olores. Y por si fuera poco, ¡todo este proceso tiene lugar en dos segundos!

Gracias a la rapidez con la actúan los aceites esenciales, es altamente recomendable su inhalación para equilibrar y armonizar nuestra mente y nuestras emociones, ya que notaremos enseguida sus efectos en nuestro estado de ánimo. Además, algunos aceites esenciales, como el de eucalipto, son potentes antisépticos: antes de ser aspirados ya destruyen los gérmenes de ambiente, a la vez que ayudan a descongestionar las vías respiratorias y atacan los microbios.

Por lo tanto, un difusor con aceite esencial no sólo nos ayudará a sanear el ambiente, sino también a despejar nuestra mente y relajarnos. También podemos añadir unas gotitas de aceite esencial en un pulverizador de agua y rociarlo en nuestra almohada antes de dormir.

Aceites esenciales equilibradores

Como la lista de los aceites esenciales que existen es muy larga, os mostramos una selección de algunos de ellos que poseen efectos beneficiosos para nuestro estado de ánimo, nuestra salud y el cuidado de nuestra piel:
  • Bergamota (Citrus Bergamia). Es muy relajante y refrescante, posee un agradable aroma afrutado. Ayuda a elevar el estado de ánimo y disipa la ansiedad. En pieles grasas ayuda a normalizar la secreción de sebo. 
  • Limón (Citrus limon). Mejora los estados de ánimo negativos y favorece estados de concentración. Posee propiedades antisépticas y astringentes, y es útil para tratar la celulitis y problemas de retención de líquidos. 
  • Lavanda (Lavandula angustifolia). Ayuda a conseguir una profunda relajación, siendo muy útil en estados nerviosos. Aplicado en masaje ayuda a calmar el dolor muscular.
  • Neroli (Citrus aurantium var. amara). Muy equilibrador y relajante, trasmite una sensación de paz y armonía. Posee propiedades calmantes y regeneradoras para la piel, siendo útil en pieles maduras y sensibles.
  • Geranio (Pelargonium graveolens). Su delicioso aroma equilibra la mente, aumenta el estado de ánimo y alivia el estrés. Aplicado sobre la piel ejerce un potente efecto cicatrizante y es un excelente diurético y repelente de insectos. 
  • Eucalipto (Eucaliptus globulus). Restaura la energía positiva y equilibra la mente. Posee propiedades antisépticas, analgésicas, antiinflamatoras y expectorantes, siendo útil en el tratamiento infecciones respiratorias. 
  • Incienso (Boswelia carterii). Posee propiedades sedantes y aporta paz y equilibrio interior. Tonifica la piel y es un excelente antiarrugas.
Fuente: Harding, Jennie. Aceites esenciales: más de 100 aceites necesarios para vivir con salud, vitalidad y bienestar. Blume, Barcelona, 2008.

1 comentario:

  1. Hola

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