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7 jun 2012

Preparar la piel para el verano: exfoliación (I)



A medida que se acerca el verano, es muy apetecible estrenar temporada de playa o aprovechar para tomar el sol en la terraza. Si estás pensando en tomar el sol para broncearte, es muy recomendable que antes exfolies muy bien tu piel. De esta forma conseguirás un bronceado mucho más uniforme y duradero, que a larga resultará más favorecedor.

La piel se renueva de forma natural cada 28-30 días, así que al exfoliar la piel simplemente eliminamos las células muertas de la epidermis, que aunque no apreciemos a simple vista, se van acumulando en nuestra piel. Uno de los cuidados básicos del cuerpo en verano es la exfoliación, ya que limpia tu piel de células muertas, favoreciendo un bronceado más uniforme al tomar el sol y evitando la aparición de manchas.

Una buena exfoliación también va a beneficiar mucho a los tratamientos que reciba tu piel, absorbiendo mejor los nutrientes que le aportes. Además, te ayudará a mejorar la circulación, mejorando la eliminación de la celulitis y la retención de líquidos.

Tratamientos exfoliantes naturales 

Un tratamiento exfoliante muy eficaz es el jabón negro y el guante kessa que se utilizan en los Hammam o Baños Árabes. El jabón negro es un tipo de jabón natural elaborado a base aceitunas que ayuda a preparar la piel para la exfoliación “hinchando” las células muertas. De esta forma, el guante kessa, una manopla de tela de textura suave pero rugosa, arrastra las células muertas dejando la piel suave, lisa y limpia de impurezas.

Pack Hammam: compuesto por jabón negro y guante kessa

Es un tratamiento realmente eficaz: ¡te sorprendes de la gran cantidad de piel muerta que se va desprendiendo! Debes realizarlo como máximo una vez al mes, pero puedes utilizar el guante kessa en tu ducha diaria, ya que es una manopla suave. Puedes leer los pasos del ritual Hammam completo aquí.

Si vas con prisas, puedes fabricarte un exfoliante natural casero. Sólo necesitas dos cucharadas de azúcar blanca o moreno y dos de un aceite vegetal (de argán, almendras o sésamo). Es más eficaz el tratamiento Hammam con el guante kessa y el jabón negro, pero éste otro tiene la ventaja de que además saldrás de la ducha bien hidratada gracias al aceite. Así que prácticamente no hace falta que después te pongas un aceite en el cuerpo, porque el aceite con el agua permanecerá en tu piel, dejándola muy suave e hidratada.


Recuerda: Si vas a exfoliarte, ¡no lo hagas inmediatamente antes ni después de tomar el sol! Espera a hacerlo unos días antes o unos después, nunca el día antes o justo después de tomar el sol, sino tu piel estará más sensible.

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