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31 ene 2011

Aceite de argán: un cosmético natural muy completo

El aceite de argán es uno de los aceites vegetales más nutritivos y con más propiedades que existen, tanto para el consumo alimentario como para el cosmético. Este aceite proviene de la presión en frío de la almendra del fruto del argán, árbol endémico del sudoeste de Marruecos. Se distinguen dos tipos: el culinario, que proviene de la previa torrefacción de las almendras (posee un olor a almendras tostadas), y el cosmético, del que hablaremos hoy, con un olor similar al del aceite de oliva, sin torrefacción previa de las almendras.

Aunque se ha venido utilizando durante siglos, especialmente en el ámbito culinario, las virtudes terapéuticas y cosméticas del aceite de argán han sido veneradas y reconocidas por muchas civilizaciones. El aceite de argán ya era utilizado antiguamente por los fenicios como cosmético para evitar la sequedad de la piel y retrasar el envejecimiento. Los primeros escritos que se encuentran sobre el argán se remontan a los siglos X, XI y XII, época de oro de la botánica árabe, y ya se hablaba de sus propiedades alimentarias y curativas.

Beneficios del aceite de argán


El aceite de argán es muy rico en vitamina E (tocoferol), que ayuda a combatir el envejecimiento, y ácidos grasos esenciales (aquellos no fabrica nuestro cuerpo), como el omega 3 y el omega 6, que nutren en profundidad la piel, aportando protección, firmeza y elasticidad. Tanto si lo empleamos en masaje como si lo usamos diariamente como cosmético para cara y cuerpo notaremos en seguida sus beneficios:
  • El aceite de argán posee una textura ligera, por lo que es fácilmente absorbido por la piel, aportándole suavidad y luminosidad, por lo que puede utilizarse tanto de día como de noche, en cualquier momento. Cunde bastante, por lo que apenas basta una pequeña cantidad para hidratar bien nuestro rostro, aunque podemos aplicarlo varias veces al día. Un truco para optimizar su aprovechamiento es aplicarlo justo después de la ducha, con la piel aún húmeda, tras secarnos ligeramente con la toalla: de este modo retendremos mejor la humedad en la piel, a la vez que extenderemos el aceite más fácilmente. 
  • Hidrata, oxigena y regenera intensamente la piel, protegiéndola de las agresiones externas, como el frío o los rayos solares. Es muy recomendable en pieles más sensibles, ya que por sus propiedades antiinflamatorias alivia y calma irritaciones y rojeces, y es también ideal para la piel del bebé. Si ya usas habitualmente aceite de argán, es probable que jamás olvides ponértelo antes de salir de casa, ya que ayuda a que tu piel se mantenga suave, protegida y con un aspecto saludable durante el día. Además, gracias a su potente efecto antioxidante es un eficaz antiarrugas, por lo que al mismo tiempo que protegemos nuestra piel también evitamos su envejecimiento.
  • No tapa los poros ni produce granitos, al contrario: su uso es recomendable en pieles grasas y acnéicas por su efecto seborregulador, antiséptico y cicatrizante. El motivo por el que la piel puede producir mucha grasa puede ser precisamente por eliminarla en exceso de la piel, que a su vez reacciona produciendo más grasa. Utilizar un jabón puro vegetal suave (como el de Marsella o el de Alepo) y aceite de argán es una buena forma de mantener a raya los granitos y la piel grasa sin agredir nuestra piel.
  • Contribuye a la reducción de manchas, cicatrices y estrías. En cuanto a las estrías deberíamos ser realistas y pensar que aunque existan productos que nos “prometan” eliminarlas, esto no sucederá jamás. Sin embargo, sí es posible atenuarlas e incluso prevenirlas, siempre que seamos constantes y nos apliquemos aceite diariamente, especialmente durante el embarazo. 
  •  Aporta brillo y suavidad extra al cabello, si lo aplicas como mascarilla antes de lavarlo. También ayuda a fortalecer las uñas frágiles y quebradizas y calma nuestra piel después de la depilación. Los hombres también pueden beneficiarse de las virtudes calmantes del argán, aplicándolo después del afeitado, así como de sus propiedades hidratantes y regeneradoras, que actúan contra el envejecimiento.


Como puedes ver, numerosos los usos y beneficios del aceite de argán, y aunque se ha convertido recientemente en una de las últimas tendencias en cosmetología moderna, al margen de esta “moda” creemos desde nuestra propia experiencia que es un excelente cosmético, apto para todos los tipos de piel y altamente nutritivo. Y de hecho, cada vez más dermatólogos lo recomiendan para el tratamiento de quemaduras y problemas cutáneos como la psoriasis, el acné o la neurodermitis.

Fuente: Prat, Lourdes; Ramos, Jessica. Aceite de argán, el oro de Marruecos. Ediciones Obelisco, Barcelona, 2010.

3 comentarios:

  1. Muy bueno en la cirugía plástica para que quienes la usen sean más bellas

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  2. Hola Paulina! Gracias por tu comentario ;)

    En cualquier tipo de post-operatorio es muy recomendable el aceite de argán por sus propiedades regenerantes (ayuda a atenuar las cicatrices), además de ser altamente nutritivo y muy rico en vitamina E. Su uso como cosmético diario aporta tersura y luminosad a la piel, además de ser un anti-arrugas natural.

    Un saludo!

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  3. Hola, me gustó mucho tu blog, lo acabo de conocer. Soy una enamorada del aceite de argán, es una auténtica maravilla para la piel (la mía es mixta y va genial). No sé si conocerás el jabón negro africano, que fue mi último descubrimiento para limpiar la piel, combinando la limpieza con éste e hidratando con aceite de argán el cutis queda muy sano y fuerte. De nuevo, muy buen blog, saludos :)

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